Se me ha parado el mundo
entre dos palabras no pronunciadas.
Entre ganas y deseos,
y una triste canción.

Me quedé en la ladera
a  dos pasos de la cima
entre cortinas y edredones,
evocando nubes de algodón...

...y es que no consigo que cicatricen los recuerdos,
que no sangren los verbos.
Deambulo por un calendario sin días...
por horas que hace tiempo un reloj marcó .

Se ha parado el mundo
y no busco zalamera,
encender ninguna hoguera,
ni sofocar noches de calor.

Sentada en el ángulo imposible de una piedra,
entre malabares y equilibrios...

....Y una copa de vino a medio llenar.

Eva Hernández

Quiero ser ese farolillo que enciendes cuando sientes frío...
Uno, que ilumine vidas y caminos.

Un farolillo alegre, que se encarne en sonrisa fácil y mirada transparente...
Que acune de noche y de día susurre al oído.

Un farolillo hecho por mil manos...
Que desgrane poemas y
                 apague sin sentidos.

 Un farolillo de Navidad en agosto,
           en primavera...

Un farolillo que cualquiera pueda decir MÍO...

 Eva Hernández

Feliz Navidad para tod@s, mis mejores deseos. FELIZ VIDA <3

Corretean alados por calles oscuras,
por nubes preñadas...

Tú les llamas sueños
...y yo pedazos de interior, que buscan ser.

Saben a luna y huelen a sal. Por eso los reconozco como míos.
Llevan mi nombre, aunque nunca serán escritos...

 Viajan ocultos entre pestañas y fuegos no extinguidos...
O entre montañas de hielo, atusadas por la alegre voz de mi dulce campanilla.

Eva Hernández

Toma su camino natural...

Se desenreda,
   (Como lo haría mi pelo al roce de la yema de sus dedos)

De sólido a líquido...
           de espejo que refleja
                 a pozo de deseos...

Incoloro, de colores

Ligero quejido en el pecho
               acunando lagrimales...

Con el paso del tiempo sólo el viento recordará su nombre

Eva Hernández

Cuando los gritos habitan en la cabeza,
cuando los labios se desnudan, para no decir nada...
Cuando no puedes más con la oscuridad,
pero rezas para que las luces no se enciendan.

Cuando, cuando....

Cuando llenas hojas de lágrimas secas...

Cuando...
Cuando el hastío le retira la palabra a la pena.
Cuando ya no hay más que romper....

                   Un tacón decide que vuela,
                   de soledades una maleta se llena...

.... y tal vez quien te ayude a cargarla
tenga una manita demasiado pequeña...

Eva Hernández

#bastaya #25NDíacontralaviolenciadegenero

De sombra, sin esconderse
De amor, pero sin excesos
De viento y de agua
Incluso a veces de fuego...

Nada, es todo
Una mirada, un oceano
Un gesto, mil caricias,
Una palabra, serenidad y respeto

De puertas que se abren
De cielos que gritan,
De labios que sellan
De lazos rosas que fueron pájaros negros...

Eva Hernández

Me siento en el regazo del destino
Rogándole a lo divino
Que no separe el tuyo del mío

Resbala entre mis dedos aquello que no tengo
Y cuento los golpes de viento,
Las piedras del suelo,
y hasta la sangre que bombeo...

Mientras retengo el aliento
Para que tú tengas mucho más.

... y todo se convierte en cielo
Cuando de nuevo te veo:
El color de las mejillas
en sintonía con el latido del pecho.

Sonrisas que se besan...
vestidas de tranquilidad.




Eva Hernández

Te abrasa cada instante
Sin ni siquiera mirarte

...Y mientras te quemas;
te conviertes en pregunta,
te revelas como respuesta.

Un mundo paralelo
en el que para dormir no necesitas tener sueño,
y para soñar debes estar despierto

Eva Hernández

En la ladera de los días
entre hierba y suspiros,
surgen palabras y olvidos;
canciones sin letra
que acarician los oídos.
La falda de la montaña
recogida en la cintura
apunta al cielo
ofreciéndose como nido.

Eva Hernández

Quiero ser luna
Desde lejos mirarte,
y me sientas muy cerca

Luna de mares
Brillando en calma,
desatando tormentas

Quiero ser luna
Hacerme una trenza,
y te entretengas en deshacerla

Luna de lunares
En tu piel se plasman,
en la mía queman

Eva Hernández

Dormitan todos los sueños
entre espinos y piedras angulares.
De valentia y mucho corazón ha de vestirse para poderlos alcanzar...

Un Dios y mil rezos,
unas alas paridas de lamentos,
el azul del viento, mudo
y el sereno caminar.

Desnuda, desechando disfraces.
Un rosario de lágrimas...
convertido en altar.

No hiere, si no duele,
no hay calma, sin mar en tempestad.

Eva Hernández

Primero me ofreció su mano,
Después una mejilla...

Me di cuenta que era un poco mía su sonrisa,

y dejé mis puertas entreabiertas:

pasa poco a poco,
no todos los días...
Dejando un reguero fresco de amistad.

Me sorprende...
Su vuelo entre mis palabras,
La fe en mi versar.

Corona de nubes mi cabeza,
de aleteos mi rostro...

Resta en mi inseguridad.

Eva Hernández
                Con mucho cariño dedicada a mi amigo Jose Antonio Lopez Castrillo, por la confianza en mis palabras, esas que se dibujan solas con cada pálpito, por ver más allá de donde yo veo... GRACIAS

Despiertan los sentidos a ritmo de trinos,
Se elevan, sin que aún me haya movido...

Unas alas, un patinete...
Cualquier cosa que un día dejase olvidada, sirve para iniciar el vuelo ;

El sol deslumbra mis ojos cerrados,
huele a mañana recién hecha...
las yemas de tus invisibles dedos, queman.

Se desliza por mi lengua... sabe a risa mañanera.
¡Canto, para que parezca que estoy despierta!

Eva Hernández

Conservo la sal en los labios,
el vaivén en las caderas,
el intenso azul surfeando en las retinas...

¡Bésame las orillas
de todas las forma que puedas!

Sigue hablándome  entre susurros, aunque nuestras caras ya no viajen paralelas.

¡Cántame libre...
yo se lo gritaré al viento!

Como cometa envuelta en sueños,
me arrojo a cada ondulante suspiro que me regalas.

¡Como libélula, como gaviota...
                       ...de noche, al alba!

Eva Hernández

¡Qué tus días caminen entre perfumados pétalos y claras aguas!

Eva Hernández

A la hora de los besos,
brilla una lluvia cegadora...

Eva Hernández

Nada fue igual después de probar la sal de su piel...
Dos bocas, un pulmón;
El ansia compartida,
cabalgando entre olas de pasión.

Nada fue igual después de su voz...
El nombre pronunciado;
Latitudes bañadas en silencios,
despiertan, entran en erupción.

Nada fue igual...
Cesaron las huídas,
las manos frías,
el rumor continuo a desazón.

Eva Hernández

Perfecta tormenta...
a ritmo de tambores,
con un rayo, me pone a bailar.
Me saca los colores
Y me invita a temblar.

Antorcha del infierno
que invento...
Cuando me canso de tanto cielo,
Sonrisas de postín
y calor de calefacción...

Roca en la que me siento
Mar en el que pienso...
La guarida de mi oso
a la hora de invernar. 

Eva Hernández

Tan amarillo que ciega

No fluye;
palabras secas
arañan si lo intentan...

Cansa el descanso,
el hielo, no hiela.

Sólo la lluvia...
Y su aroma,
Y sus ideas frescas...

¡La lluvia¡
          nubes preñadas,
          pétalos sin rumbo,
          estrofas sueltas...

Eva Hernández

¡Tan azul y con alas!

Sin permiso se introduce por la ventana
Espanta al sueño, con su sonrisa dorada...
Se piensa mariposa y revolotea alrededor de mi cama.
Huele a libros y  a agua salada...

Espera mi abrazo... Sabedor de que me encanta

BIENVENIDO JUNIO -le digo- al tiempo que sonrío a la almohada...

Eva Hernández

Aun conociendo sus tretas... Aun sabiendo de su pata de palo... siempre acabo ignorando al príncipe para bailar con el pirata.

¿Será por el rugido de sus mares,
 por su camisa al viento, entonando una sonata?
¿Será por el fuego que invita a fundirse en su mirada...?

Eva Hernández

Estoy pensando en contar el tiempo a golpe de palpitaciones;
El reloj en un rincón
Y el corazón pegando acelerones:

Sorbitos de nube
Vientos de ilusiones
Murmullos de versos
Manantiales de amores

Eva Hernández

Me dejo mecer por una ola gigante que nace de los ojos cerrados y del blanco puro de la mente.
De los momentos azules y verdes, de los silencios que surgen de las melodías silbadas por el viento.
Quiero ser hija de la lluvia, llover serenidad...
Amanecer en mares lejanos, sembrar huellas de libertad...

Eva Hernández

Parir letras y amarlas, va en la misma línea.

Después llega el amamantar;
Un baño de esencia,
una lágrima de tinta.

Soledades impregnadas en aromas a chopo viejo.
Salmones boqueando en la orilla.
Se dan cita

Sí, después de los llantos surgen las caricias

Las sombras hastiadas se echan a dormir,
para que cientos de versos giren como polillas.

Eva Hernández

Me acaricia
Y me pongo a temblar...
Se desliza
Y se me acopla...

Soy:
Una nube roja
Y una canción por cantar.

Tengo:
El pelo enredado
Y mil sueños para soñar.

Eva Hernández

Recordé la  turgencia de tus pechos, manantial de dulce leche.
Las miradas conectadas...
La satisfacción del ansia ahogada por el calor del corazón.

Recordé el perfume de tus sábanas y el abrazo de algodón.
Las manos entrelazadas...
El regocijo por la fortuna de saberme  perceptora de tu amor.

Eva Hernández

Florence Owens Thompson - Photo by Dorothea Lange 1936
Texto: Eva Hernández
Montaje: Eduardo Anguis Medina

—A MI MADRE—

Son las pequeñas cosas de cada día las que hacen que mi mundo siga girando...

Eva Hernández

Utilizó la yema de sus dedos para sonreir sobre su piel.
La respuesta no se hizo esperar...
       ... y la boca se le llenó de pétalos.

Eva Hernández

Lo agitas como un cóctel
y pare pétalos y primaveras...
No tiene labios,
y sin embargo te besa;
Alumbra en noches sin luna,
y te acuna si estás en vela.

¡Es de colores...
               lo tiñen sus letras!

Eva Hernández

Lluvia, tibia;
de sonrisa húmeda.
Te derramas en olores e imágenes
tatuando la piel:

Zapatos de colegiala sobre charcos de colores
                      — chocolate caliente —
Excursiones de besos a tierras mojadas
              — pan recién hecho y café —
Cristales empañados, letras deslizándose desde un papel.
                      — un humeante té —

Eva Hernández

Nos enredamos en palabras... para acabar floreciendo. 
Renglones grises tornaron a rojos con el roce de tus pétalos... pasión y verbo entre la tinta de mis dedos.

Sólo era cuestión de parar a leernos...

Eva Hernández

Compro silencios y miradas
Paredes desnudas y ventanas despejadas
Absurdos de colores y nubes blancas
Crepúsculos y amaneceres...
Una sirena y ninguna cobaya

Ofrezco, de mi pecho una sonata
Un ramillete de alegría y unas lágrimas con nata
El sudor de mi frente aderezado con mil palabras
Una luna que no es mía...
Y una ola que con el viento baila.

Eva Hernández

Peter haciendo de las suyas vuelve a revolver en mis cajones... ¿polvo de estrellas, alas...? 
Se emociona tanto que hasta pierde su gorro verde. Ay Peter, no aprendes. Sólo tienes que asomarte a sus sueños, los que tienen cuando sus ojillos están abiertos... Ahí seguro encontrarás nuestras alas...

Eva Hernández 

#nosinmisalas