De sombra, sin esconderse
De amor, pero sin excesos
De viento y de agua
Incluso a veces de fuego...
Nada, es todo
Una mirada, un oceano
Un gesto, mil caricias,
Una palabra, serenidad y respeto
De puertas que se abren
De cielos que gritan,
De labios que sellan
De lazos rosas que fueron pájaros negros...
Eva Hernández