El misterio de formar parte de tu memoria
De cómo borrarte de la mia...
De salir indemnes, como de un dia de lluvia;
mojados, pero preparados para el sol.
Ser un patio común, en el que encontrarnos y echar unas risas, o unas lágrimas según el día... Y cada uno para su cueva a contarle cuentos a su oso para que dormite y descanse de tanto ajetreo emocional.
Descalza sobre un lecho de rosas, sabiendo más de pétalos que de espinas.
Las nubes en el cielo, y los tornados, y las tormentas...
En el pecho, si puede ser, sosiego y dicha...
Eva Hernández