A mano alzada
voluntaria me presento
Intento paliar el desasosiego
que me quema dentro,
el zumbido de entrañas
que no calla ni en sueños,
la incertidumbre letal
que agrieta y quiebra
el entendimiento.
Amalgama de fantasías y fantasmas.
Nubes de un polvo desconocido,
me alborotan el pelo y los pensamientos .
... Y luego están las voces
que me desconciertan.
Bochorno entre palabras.
Seso sin luces...
y a otros que sin remedio
la muerte les calla.
Eva Hernández