Era lo que creía que tenía que ser;
Un trocito de aquel sol que pasó esa mañana sin avisar...
Una rama desnuda de cualquier asombroso enero...
Una pizca de sal, huésped perpetuo en su verde ojo...
...Pero de repente se le antoja que no,
que las anclas no permiten que se eleven los sueños.
Que los nudos es mejor que midan sólo la velocidad.
Que a las mareas le siguen mañanas serenas o tardes por dibujar...
Que conformarse es negarse a volar...
Eva Hernández
martes, 19 de febrero de 2019
domingo, 10 de febrero de 2019
Tiritan todos mis paraisos, ante un frío desconocido...
No huele a hielo, ni a ventisca.
No tengo paladar,
tampoco tacto.
Me siento, espero...
¡Abril llueve, limpia febrero!
Esta en mi regazo,
entre los pechos;
desafiando pies y manos.
No hay botones, ni cremalleras,
tampoco charcos.
Me siento, espero...
Abril a ti te llamo...
Eva Hernández
No huele a hielo, ni a ventisca.
No tengo paladar,
tampoco tacto.
Me siento, espero...
¡Abril llueve, limpia febrero!
Esta en mi regazo,
entre los pechos;
desafiando pies y manos.
No hay botones, ni cremalleras,
tampoco charcos.
Me siento, espero...
Abril a ti te llamo...
Eva Hernández
Suscribirse a:
Entradas (Atom)