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domingo, 2 de noviembre de 2014

¡OH, SIGUE TOCANDO!


Acordes entrelazados, hacen saltar su corazón.
 Con una sonrisa imagina sus manos, la caída de sus parpados sobre un mar azul.
No toca para mi, se repite una y otra vez.
 Pero los sueños son osados, y es fácil dejarse llevar.. 
Un dulce calor emana de su pecho, calentando su garganta.
 Lo recibe en silencio, callada... pero sus mejillas la delatan, se incendian como un rubí.
La música se abre camino, corre por sus venas, sin querer o queriendo, se acelera.
 Río que se apresura a morir en el mar... 
arrastra sedimentos que luchan por aflorar.
¡Oh, sigue tocando!
 Alimenta su locura... que se torna en ternura y permite que su espíritu eche a volar...

Eva Hernández