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domingo, 30 de julio de 2017

Dormitan todos los sueños
entre espinos y piedras angulares.
De valentia y mucho corazón ha de vestirse para poderlos alcanzar...

Un Dios y mil rezos,
unas alas paridas de lamentos,
el azul del viento, mudo
y el sereno caminar.

Desnuda, desechando disfraces.
Un rosario de lágrimas...
convertido en altar.

No hiere, si no duele,
no hay calma, sin mar en tempestad.

Eva Hernández


lunes, 24 de julio de 2017

Primero me ofreció su mano,
Después una mejilla...

Me di cuenta que era un poco mía su sonrisa,

y dejé mis puertas entreabiertas:

pasa poco a poco,
no todos los días...
Dejando un reguero fresco de amistad.

Me sorprende...
Su vuelo entre mis palabras,
La fe en mi versar.

Corona de nubes mi cabeza,
de aleteos mi rostro...

Resta en mi inseguridad.

Eva Hernández
                Con mucho cariño dedicada a mi amigo Jose Antonio Lopez Castrillo, por la confianza en mis palabras, esas que se dibujan solas con cada pálpito, por ver más allá de donde yo veo... GRACIAS


jueves, 20 de julio de 2017

Despiertan los sentidos a ritmo de trinos,
Se elevan, sin que aún me haya movido...

Unas alas, un patinete...
Cualquier cosa que un día dejase olvidada, sirve para iniciar el vuelo ;

El sol deslumbra mis ojos cerrados,
huele a mañana recién hecha...
las yemas de tus invisibles dedos, queman.

Se desliza por mi lengua... sabe a risa mañanera.
¡Canto, para que parezca que estoy despierta!

Eva Hernández

martes, 18 de julio de 2017

Conservo la sal en los labios,
el vaivén en las caderas,
el intenso azul surfeando en las retinas...

¡Bésame las orillas
de todas las forma que puedas!

Sigue hablándome  entre susurros, aunque nuestras caras ya no viajen paralelas.

¡Cántame libre...
yo se lo gritaré al viento!

Como cometa envuelta en sueños,
me arrojo a cada ondulante suspiro que me regalas.

¡Como libélula, como gaviota...
                       ...de noche, al alba!

Eva Hernández


jueves, 6 de julio de 2017

sábado, 1 de julio de 2017

Nada fue igual después de probar la sal de su piel...
Dos bocas, un pulmón;
El ansia compartida,
cabalgando entre olas de pasión.

Nada fue igual después de su voz...
El nombre pronunciado;
Latitudes bañadas en silencios,
despiertan, entran en erupción.

Nada fue igual...
Cesaron las huídas,
las manos frías,
el rumor continuo a desazón.

Eva Hernández