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jueves, 21 de septiembre de 2017

Me siento en el regazo del destino
Rogándole a lo divino
Que no separe el tuyo del mío

Resbala entre mis dedos aquello que no tengo
Y cuento los golpes de viento,
Las piedras del suelo,
y hasta la sangre que bombeo...

Mientras retengo el aliento
Para que tú tengas mucho más.

... y todo se convierte en cielo
Cuando de nuevo te veo:
El color de las mejillas
en sintonía con el latido del pecho.

Sonrisas que se besan...
vestidas de tranquilidad.




Eva Hernández