En la orilla de otro mar
los pies descalzos
sin llegarse a mojar.
Sucumbir a la tentación
puede ser la perdición,
y cortar las alas
nunca fue solución.
Me despojo de mentiras...
Liviana como una pluma
no dejo huellas al caminar.
El alma al viento.
Etérea, rezumando paz.
Eva Hernández
Dibujo: miguelangel, encontrado en la red (me encanta)
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