Andan y desandan
caminos de busqueda y esperanza,
al cobijo de tu Santo Manto.
Llevan alegría,
A pesar de los sones de llanto.
Por Salamanca pasean tu Soledad,
más que nunca acompañados.
El silencio en aceras y balcones,
tu nombre va pregonando...
Unos queriendo, otros sin querer
en tu pena se ven reflejados...
Dulcemente duele el pecho;
jamás hallaron sabor amargo...
Para Samuel y Gema que un año más sus ojos son faroles y sus hombros alas... A la Santísima Virgen de la Soledad por hacer sonreír sus corazones
Eva Hernández
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