Manos ágiles
que con desasosiego
recorréis los nudos
que oprimen el alma.
¡Si uno sólo desatarais,
y un poco de aire, llegara a la garganta!
Pecho henchido
...pero de desilusiones
de lagrimas tragadas...
De congojas y flemas...
De palabras no pronunciadas.
Alguna uña, en el intento
puede resultar astillada...
...Quizá un poco de sangre
tal vez unas cuantas lagrimas.
¡si uno sólo desatarais
y una brizna de brisa entrara!
Nudo, sobre nudo
Losa, bien pesada
Cruz, llevada a cuestas...
Arrastrada... Con carmín en los labios
y sonrisas mal disimuladas.
¡Si tan sólo desatar uno lograras!
Eva Hernández
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