SEPTIEMBRE

Entre susurros de hojas
y envuelto en una rebequita...
Viene septiembre,
Intentando olvidar el rumor de las olas.

Abre aulas y colegios
Huele a tinta y a borrones...
Le cuesta sacudirse la sal,
y la esconde por los cajones.

Primer mes del año
Sin serpentinas, ni cotillones.
Bendita/maldita rutina
que inunda los humores.

Eva Hernández

Baila sólo para sus pupilas...

      Sólo por el placer de verlas moverse
                       al ritmo de sus pies.

Inventan fuegos que se hacen canción.


Eva Hernández

De oro y plata...

 En algunos sitios los brillantes barrotes se                  ensanchan... 
                                 (siempre hay días de suerte).

  Un almizcle de esmalte y perfume caro,
            salpicado de promesas varias.

  Pétalos de mil lágrimas hacen de almohada
    -si no están empapados, le acarician la cara-

           Aún así... aún sin estar cerrada...

                      NO ES MENOS JAULA  

Eva Hernández

Una apuesta con el viento: A ver quién te suspira más... ???

Sin llegar a ser la alegría de la huerta... Jejeje. Siempre intento ser positiva y guardarme los pellizcos de esta vida loca. Si no les haces demasiado caso duelen menos (o eso parece). 
En un cajón cerrado, aunque no con llave, que de vez en cuando conviene darles un vistazo. Tampoco es cosa de echarles en olvido, por si acaso...

No habéis pensado nunca, que sentido tiene esta vida...??? nacemos, vivimos ( unos mejor que otros, vete tú a saber por qué, o quién controla eso...) y morimos.
Intentamos acumular un montón de cosas, (cuanto más tienes, más vales) cosas que no nos podremos llevar, y.... 
Bueno, los más listos acumulan experiencias, amigos, sonrisas... tardes de lluvia, olas, trinos... Yo que sé... Tampoco se lo podrán llevar. Pero su corazón habrá palpitado de un modo tan distinto... su color debe de ser de un rojo más vivo.

Feliz tarde de sábado y no me hagáis demasiado caso, si es que hay alguien por ahí ;)

Ahora tengo que perseguir el perfume del viento.... para encontrar el azul cielo que se marchita en mis párpados mojados.

Eva Hernández